Según un informe, el 62% de las familias bajó el consumó de carne
El estudio es del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que muestra cómo los argentinos recortaron el consumo de carne por la escalada de los precios, como así también el de verduras, frutas y otros productos esenciales, siendo uno de los más preocupantes el de medicamentos.
Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) un 62% de los argentinos recortaron el consumo de carnes por la incesante inflación. Seguido por las gaseosas, lácteos, frutas, verduras, combustibles y medicamentos.
El caso excepcional resulta ser el de fideos y arroz, que actúan como sustitutos de lácteos y carnes. El combustible tiene una dinámica muy particular, muy asociada a los niveles socioeconómicos altos. No deja de ser especialmente preocupante el recorte tanto en lácteos como en medicamentos.
“Al comparar las encuestas de enero de 2019 con la de marzo de 2019, en todos los rubros aumentan los encuestados que redujeron el consumo, salvo en combustible”, explica el estudio.
Respecto a las salidas recreativas: mientras que en enero de 2019 el 63 por ciento de los encuestados indicó haber recortado en este rubro, en marzo alcanzó el 73 por ciento. Por su parte, el rubro Alimentos que incluye carnes, gaseosas, lácteos, frutas y verduras, fideos y arroz, aumenta en todos los rubros el porcentaje de encuestados que disminuyó el consumo.
Asimismo, en la medición de enero, el 23 por ciento de los encuestados dijo haber disminuido el consumo. En marzo aumentó a 30 por ciento.
En lo que concierne al consumo de carne, el 67 por ciento de los encuestados del sector de menores ingresos lo redujo, incluso en el nivel socioeconómico alto, el 54 por ciento recortó el consumo de carne. Además, en GBA Oeste, 70 por ciento redujo el consumo de carnes y en GBA Sur, 69 por ciento.
El CEPA, además compara los datos con los publicados por el Instituto de la Producción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) que muestran que 2019 resulta el año de menor consumo desde 2010, totalizando 50 kilos per cápita anual. Es también la caída más pronunciada desde 1958, último año con datos disponibles.