Argentina cuestionó a la OEA y no acompañó resolución contra Venezuela
Este miércoles nuestro país volvió a adoptar su línea internacional histórica en relación con Venezuela, luego la sorprendente votación en la ONU donde acompañó el informe de Michelle Bachelet sobre violaciones a los derechos humanos en ese país, no acompañando un documento impulsado por Estados Unidos y los países que integran el Grupo de Lima en la Organización de Estados Americanos (OEA) para condenar la convocatoria a elecciones legislativas en Venezuela el próximo 6 de diciembre argumentando una “falta de condiciones democráticas mínimas”. El documento se aprobó con 21 votos a favor, 4 en contra y 9 abstenciones, incluyendo las de Argentina y México.
El Canciller Felipe Solá, en su intervención ante el organismo americano, cuestionó el rol del secretario General Luis Almagro, responsable de un constante seguidismo a las necesidades y deseos de los Estados Unidos para la región. El canciller argentino denunció la intención de promover una “división” entre los países americanos por su posición respecto a Venezuela y resaltó que bloqueos y sanciones sólo generan más sufrimientos en los sectores vulnerables. Almagro jugó un rol clave en la polémica impugnación a las elecciones bolivianas de 2019, que le habían dado el triunfo a Evo Morales, generando las condiciones para el golpe de Estado que finalmente impuso a Jeanine Áñez como presidenta de facto.
Morales, por su parte, consideró que “si tuviera dignidad”, Almagro debería renunciar. Desde el Grupo de Puebla, un espacio del que participa el presidente argentino Alberto Fernández, emitió una declaración en sintonía: “El papel que jugó en la desestabilización democrática de Bolivia y las relaciones excluyentes que mantiene con otros países del área lo inhabilitan para seguir ejerciendo el papel de mediación y facilitación democráticas que debería desempeñar al frente de tan importante cargo”. El texto está firmado por ex presidentes como Dilma Rousseff, Rafael Correa, Fernando Lugo y Ernesto Samper.
La ubicación de Argentina en la OEA profundiza la distancia con sus socios comerciales del Mercosur, especialmente Brasil, Paraguay y Uruguay, fervientes críticos de Venezuela. Este miércoles Fernández también planteó la necesidad de reflotar la Unasur como organismo latinoamericano, una iniciativa abandonada por la mayoría de los países que hoy se alinearon con el Grupo de Lima. Estas definiciones ponen paños fríos al entusiasmo de Estados Unidos y algunos países europeos respecto de un supuesto viraje argentino en su política internacional luego de la muy discutida votación en la ONU.